Sensei Henry Plée |
Crónica HENRY PLEE. Publicada en la revista Karate-Bushido en Febrero 1991
Traducción: César Gómez
¿Sí, partiendo del concepto de arte (Jutsu) "se ha juzgado" bueno utilizar la palabra "vía" (do), no será porque la práctica de las artes marciales puede utilizarse para triunfar en la vida?
Es una buena pregunta, desde mi punto de vista, y más aun cuando los 20 preceptos lo dicen igualmente. Triunfar en la vida siempre ha sido un problema. Esa es la razón por la que la adolescencia es probablemente el periodo más incomodo de toda la vida. De lo cual no suelen darse cuenta ni los padres ni los profesores.
Como ya he dicho en mi crónica precedente, y creo que es útil repetirlo, triunfar en una vida es el fruto de una sucesión de "encuentros": con hombres o con escritos, de posibilidades de estudios o de imposibilidades. Un conjunto de circunstancias elegidas (de ahí la noción de buenos y malos "caminos" o "vías"...y momentos de duda), más que un destino o un karma inscrito desde el nacimiento, en los astros, las cartas, la numerología y otras "adivinanzas".
Puede ser fruto de la suerte, pero ese caso es raro. Por muy curioso que parezca, triunfar en la vida se aprende. Otra cosa muy seria, que hace que muchas personas no triunfen en la vida: un gran número de jóvenes piensa que no vivirán hasta la vejez. De ahí su sed de vivir el momento, su poco gusto por los estudios o por un "trabajo" a largo plazo. Y también, curiosamente, algo que ahora me es posible constatar ya que mis amigos de la adolescencia se acercan a los 70 años, cuando os los volvéis a encontrar, con una vida fracasada, les veréis acusar a los demás, incluso a la mala suerte, pero nunca a ellos mismos.
Creo que una buena manera de comprender cómo se triunfa en una vida es el considerarla como una partida de cartas. Se recibe "la mano" (las cartas) al nacimiento (nuestros genes), y con esas cartas se gana la partida, se pierde o se limitan los daños. Únicamente a través de la manera en la que se juegan las cartas, según los compañeros y las circunstancias. Finalmente, si se ha aprendido a jugar correctamente, se hace una partida honorable en la que se gana....
Notaréis que hay jugadores profesionales de cartas, bridge, poker y otros, que viven cómodamente únicamente de sus ganancias (sin hacer trampas por supuesto). Simplemente porque saben jugar sus cartas en el buen momento y de una manera correcta. Algunos pierden teniendo ases y otros ganan con pequeñas cartas. No creáis que esto solo es pura filosofía.
Sinceramente, si os interesáis en el combate marcial ¿creéis que no sucede lo mismo? Algunos intentan crearse algún "plus", haciendo musculación, a través de la repetición de buenas secuencias de movimientos, pero van a tener que colocarlas en el momento preciso. Aquellos que son "ricos" en cualidades para el Karate pueden perfectamente verse jodidos por un "pobre" en cualidades, débil muscularmente, nada rápido y sabiendo muy pocas técnicas. Por ejemplo, extendiendo los brazos hacia delante, aterrorizado y...plantando sus dedos en los ojos del "rico". No os riáis, pude asistir a una escena de este tipo con un "cachas" que quería brutalizar a una "indefensa mujer".
En una partida de cartas existen el azar y la mala suerte, es cierto, pero no hay azar ni mala suerte persistente en las cartas. Ni en la vida. Solo hay que persistir valientemente cuando se están atravesando malos momentos....y esperar la ocasión en la que estemos en "lo alto de la ola". Esto me recuerda una de las historias de mi Maestro preferido, historias que comparto con vosotros de vez en cuando:
"Un Maestro de Sabiduría, que había elegido el camino del oprobio (imitando al hombre ordinario y por consecuencia ser criticado y acusado), fue prácticamente arrastrado por sus alumnos a un stand de tiro con arco, situado en un pueblo vecino. "Maestro, usted que es perfecto en todo seguro que sorprenderá a todo el mundo tirando con el arco". En cambio, el Maestro no sabía tirar al arco, y no queriendo hacer el ridículo, tampoco podía confesar su falta de destreza en esta disciplina. Llegados al stand de tiro, sus discípulos le pusieron en las manos un arco y una flecha. El Maestro apuntó y lanzó su flecha.....que se plantó tres metros al lado derecho de la diana. Estupefacción de los discípulos. El Maestro los miró con ironía y les dijo: "¡¡ Así habría lanzado Thierry !!". Después cogió otra flecha y disparó. La flecha se plantó lejos detrás de la diana, y el Maestro, mirando a sus discípulos con una gran sonrisa, dijo: "¡¡ Así habría disparado Arnaud !!". Disparó una nueva flecha que esta vez se plantó delante de la diana. Los discípulos estaban cada vez más intrigados. El Maestro dijo: "¡¡ Así habría lanzado Nicolás !!". El Maestro, que comenzaba a sentirse cada vez peor, cogió una cuarta flecha y por pura casualidad la plantó en el centro de la diana (en tradición se dice "en el ojo de la vaca"). Los discípulos soltaron un "¡¡ Ah !!!" de satisfacción y alegría. Y el maestro dijo con una falsa modestia: "¡¡ Y yo....es así como lanzo !!".
Volvamos a la casualidad y al destino. El azar no existe ¿No me creéis? Bueno, entonces haced este simple experimento, sorprendente, divertido, increíble.....(...)
Con algunos amigos, lanzad 100 veces una moneda. Podéis ser el único en lanzar la moneda, pero haréis más o menos el mismo gesto y la ley estará falseada. Es por la misma razón que se cambia de "croupier", regularmente, en la ruleta del casino. Es mejor que cada amigo la lance varias veces, digamos cinco, o una vez cada uno. En una hoja marcad los resultados. Anotado los "cara" y "cruz" en dos columnas. A los 100 lanzamientos contad cada columna, os sorprenderá ver que se aproximan al 50% tanto los "cara" como los "cruz". Con un poco de suerte, como el Maestro y su flecha, podéis obtener justo el 50/50, como le sucedió a uno de mis Maestros una vez que realizó esta experiencia. Es aún más impresionante para los espectadores. Sea como sea, es sorprendente que no se esté lejos del 50/50. Si lanzáis 200 veces el resultado estará aun más cerca, y aun más si lo hacéis 1000 veces.
Es por esta razón, con las mismas leyes, por lo que aproximadamente existen un 50% de hombres y un 50% de mujeres. Aunque puede resultar un mal ejemplo. Entre los hombres y las mujeres la naturaleza no está por la igualdad entre sexos.
Por estas mismas leyes naturales, o cósmicas, o divinas que, salvo circunstancias dramáticas, las democracias obtienen elecciones próximas al 50% para un candidato y 50% para el otro ¿No será porque el número de idiotas y de inteligentes es igualmente "fifty-fifty"? Sin duda.
Y como la ley es la misma para la mayor parte de los problemas en la vida y en la naturaleza, esto nos lleva inexorablemente al “Ying-Yang”, a las mutaciones del “Yi-King”, a la ley de los ciclos (no, no hablo de las bicicletas ni de las motos). Un buen número de lectores saben de lo que estoy hablando, pero otros se están preguntando que pintan aquí el “Ying-Yang” y el “Yi-King”. Es una buena ocasión para informaros.
Este es uno de los objetivos e intereses del Karate Tradicional, auténticamente marcial, el abrir los intereses y las perspectivas en todas las direcciones. Tan elevado que no se puede alcanzar sin una cultura casi enciclopédica. Ya os lo he dicho varias veces: la eficacia en combate es solo la parte mas superficial....y la más fácil en artes marciales.
A propósito de los conocimientos, algunos de mis lectores estarán tentados en buscar un Maestro que los instruya. No busquéis el Maestro milagroso que hará todo lo que sea por vosotros. Nada más que la idea de buscar un "Maestro", lo que significa que os estimáis dotados para ser "Alumnos", significa que no tenéis ganas de avanzar: queréis que os lleven de la mano. Esto nos lleva a otro viejo cliché: no avanzareis nunca si no dais el primer paso. Ya que, es increíble pero cierto, todo el conocimiento esta a nuestro alcance y no nos queda más que querer y "aprender a aprender". Esto también quiere decir, que aún siendo poco dotado, incluso educado en un medio desfavorecido, se puede hacer lo que hace falta para triunfar en la vida. Iré incluso más lejos: se puede incluso con más facilidad, a menudo y paradojicamente, si no se tiene más que una inteligencia mediana y se es originario de un medio modesto, que si se procede de un medio intelectual y se es superdotado. Lo que es bastante tranquilizador.
Noto que no me creéis. En ese caso fijaos en los grandes triunfadores. Ellos también tuvieron principios difíciles. Sus hijos heredan un negocio floreciente, a veces lo hacen prosperar (si han sido bien educados) pero lo más corriente es que hundan el negocio en cuestión. En todo caso, es muy raro que los nietos no lo lleven a la ruina. Por lo tanto, aquí están los ejemplos que podéis observar en la vida cotidiana, en la que jóvenes dotados que han recibido los cuatro ases....pierden su partida de cartas.
En Karate, cuántos lectores intentarán ir más lejos, más profundo y más arriba que el "karate-juego" ¿donde muchos juegan a meterse miedo corriendo el mínimo de riesgo? ¿Cuantos? Es difícil de decir: 1 de cada 1000 oficialmente (ver la cantidad de licencias con respecto a los competidores). Lo cual no está nada mal. Pero menos de 500 practicantes participan en las competiciones de Judo y Karate. Y menos de 500 por 500.000 licencias Judo+Karate.......!!!!..Y además sabemos que no hay más que una cincuentena, solamente, de combatientes de valor...efímero. Es inútil hacer comentarios, además, lo que ya he puntualizado hace unos años, sin que eso haya cambiado nada de nada.
Terminemos con este ensayo estadístico (¿deprimente o hilarante?) pero reflexionemos en lo raros que son aquellos que se interesaran en alguna cosa difícil sin estar motivados por problemas psíquicos, o por lo que se llama "una ruptura" (gran dolor emocional, cerca del estado suicidario). Participar en los campeonatos, que sea aconsejable o no para evolucionar, no es ciertamente una prueba agradable y fácil. Por esta razón hay pocos participantes en las competiciones. Notad que he dicho "participantes" y no "campeones", lo importante es participar y no ganar, como decía Coubertin (a propósito, parece ser que nunca dijo "lo importante es participar").
En cuanto al Karate "superior", aunque sea otro terreno, tampoco es una tarea fácil y agradable. Puede ser incluso más traumático que la competición, moralmente hablando. Cuando se alcanza un verdadero nivel de consciencia, cuando percibimos nuestro condicionamiento, cuando vemos que por arriba se es una pequeña maquina, y por abajo un animal "concupiscente"...no se tienen ganas de ir más lejos.
Los "investigadores" intelectuales nos los encontramos a puñados, buscan haciéndolo todo para no encontrar. Raros son aquellos que buscan "Ser" arriesgándose realmente. Más raros son aquellos que continúan toda su vida la búsqueda del "Ser".
Buscar "Ser" no es algo que venga de ayer. Cada uno se acuerda de "Ser o no Ser, he ahí la cuestión" (= esa es la verdadera pregunta) de Shakespeare, que formuló esa pregunta en el año 1600 exactamente. Y reconozco que cuando hablábamos de esto en mi juventud me daban ganas de golpearme en la barbilla, al estilo "pobres imbéciles", más que intentar comprender.
Las diez etapas del despertar, según el Zen, conocidas con el nombre de "Diez Etapas de la Vaca" me parecían llenas de poesía, pero vacías. Ahora, no creo ser un "iluminado" pero estas diez etapas me tocan tan profundamente que os hablaré de ellas en mi próxima crónica.
Os digo esto para que no os sintáis culpables. Es normal. En caso contrario, no existirían una decena de niveles de consciencia. Intentad hablar de "búsqueda personal" a un deportista que duerme con los puños bien cerrados. Hablo del sueño nocturno ¿Por quien comenzaríamos a inquietarnos? ¿Por el tranquilo dormilón o por el brillante pensador que le habla a un hombre que no puede comprenderle? ....Lo más sorprendente, si reflexionamos un poco, es que subimos los hombros "irónicamente" cuando hablamos de "el Despertar" o del "Ser", pero admitimos con respeto la posibilidad del "Satori"....cuando es estrictamente la misma cosa. Sólo cambia el sonido de la palabra. Como de costumbre tendemos a ocuparnos más del frasco que del contenido. Cosa que saben muy bien los fabricantes de perfumes. Los Maestros del pensamiento ambiente. No digo que un frasco no tenga sentido, en particular para atraer la atención, pero si el contenido es nulo, incluso en un bonito frasco, seguirá siendo nulo. Taleyrand, político y celebre iniciado dijo que....incluso envuelta en seda, la mierda seguía siendo mierda.
El problema en esta "búsqueda-de-la-verdad-para-hacer-crecer-los-dones-que-estan-en-nosotros", es que los hombres que se muestran dotados, con respecto a aquellos que los rodean, se satisfacen rápidamente de estas facilidades (todo es relativo) y no van más lejos.
Todo es relativo, incluso en competición. Si los que os rodean en el Dojo o los que se os enfrentan en campeonatos son unos mataos....es que sois el "fénix" de esos makiwaras. Lo comprobamos constantemente en el Dojo, y los Sensei están más que habituados de ver hombres extraordinariamente dotados, que podrían haber sido absolutamente remarcables, dejar de entrenar cuando se dan cuenta de que se han convertido en los "mejores" del Dojo. Así como que son, lo más a menudo, los no-capacitados, los que perseveran, los que se convierten en algo "bueno", a veces en algo "extra-ordinario". Es decir, simplemente, los hombres normales, buenos hombres "ordinarios", se vuelven extra-ordinarios porque no hacen lo que hacen los otros hombres ordinarios. A pesar de que ser solamente "un buen hombre ordinario" también sea raro.
Lo más sorprendente, desde mi punto de vista, es la falta de deseo de "Ser". Esto se ve a través de la fuga de los hombres "ordinarios" cuando es cuestión de "Ser o no Ser" de Hamlet, y el "Pienso luego Existo" de Descartes, sobre el cual las bromas son significativas. Así como el no menos celebre "Conócete a ti mismo" griego (de la misma época que Buda y Confucio), y que se encuentra en el mismo terreno.
Y aún así, esta interrogación de base sigue estando al día después de varios milenios. Se ha dado un salto increíble en descubrimientos científicos, pero en el plano del "Ser" es posible que incluso hayamos retrocedido. En todo caso no hemos avanzado. Los idiotas modernos son como los idiotas de la prehistoria y viceversa (y tenéis razón, es posible que yo sea uno de ellos, igual que vosotros).
Es la falta de curiosidad, de creatividad, de "presencia", la falta de gusto por la experiencia, por la investigación, por el esfuerzo y el sobre-esfuerzo, por cultivarse, que hacen que ni siquiera se comprenda el sentido de "Ser", que la palabra o la frase permanezca en el intelecto sin entrar en el "Ser". Como tantas otras palabras. Si bien es cierto que a menudo las palabras que utilizamos corrientemente se comprendan mal.
En el terreno que nos interesa una de ellas es "tradición", otra es "karate", y por supuesto "despertar". Reconoced que es grave. Es como si habláramos dos lenguas diferentes, o como si un mudo le hablara a un sordo....en la oscuridad.
Cuando hablamos de "tradición", muchos entienden "ritos", "usos", "convenciones" (con matices de burguesía), "costumbres" (no confundir con "la costumbre" de ciertos "salvajes"). Rápidamente tendemos a clasificar (nos encanta clasificar y olvidar) como si fuera un "pasotismo obtuso". Como si se pudiera olvidar la transmisión de los conocimientos elementales del pasado y ser instruido sin ir a la escuela.
Y además, hay conocimientos superiores.....que se evita enseñar o no pueden ser transmitidos, en la escuela o universidad. En Karate, a la palabra "tradición" se le añaden aromas no muy bonitos de paternalismo interesado, de "yo si sé", con el reverso de la medalla "todo eso son tonterías", "si no hacéis lo que os digo, eso no será verdadero karate", y "más tradicional que yo, te mueres" (vamos, ni de coña).
En realidad, el conocimiento tradicional real no interesa o lo hace muy poco. Y os lo digo con sinceridad, mejor así. Si los dotados y los realmente inteligentes intervinieron, a donde iríamos todos.....Afortunadamente tienen su propia forma de mediocridad, digamos idiotez, será más exacto.
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