"El objetivo fundamental del Kajukenbo es hacernos sobrevivir a una agresión en la calle, el resto no tiene ninguna importancia"

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Las raíces del Jiu-Jitsu en Europa (IV)

EL JIU-JITSU EN EL EJERCITO

Traducido de "El Judo. Su historia, sus éxitos" 
(“Le Judo. Son Histoire, ses Succés”. Michel Brousse. Ed Liber 1996. 
Federación Francesa de Judo y Disciplinas Asociadas).
Traducción: César Gómez


Paralelamente a Desbonnet, los éxitos del Jiu-Jitsu despertaron rápidamente el interés de los militares. En un informe emitido el 28 de enero de 1905, titulado “Introducción a los ejercicios de lucha japonesa denominada “Jiu-Jitsu” en el Ejército Americano”, y dirigido al Estado Mayor del Ejército el capitán Fournier dice: “Mr Roosvelt en persona, cuyo espíritu es accesible a todas las novedades y que cultiva con ardor todos los deportes, ha querido ser iniciado a los misterios de la lucha japonesa. (…) Ha pensado que podría tener una aplicación práctica en la Marina y en el Ejército para el desarrollo físico de los oficiales y de los hombres de tropa. El Presidente ha decidido que una comisión debería estudiar la posibilidad de introducir oficialmente el “Jiu-Jitsu” en los programas de la Academia Militar de West Point y de la Escuela Naval (…). (de este informe) se desprende que el Jiu-Jitsu necesita una práctica bastante prolongada y que ha sido practicado en Japón sólo por una elite de amateurs o por profesionales. A pesar de la influencia personal del Presidente, no parece evidente que la utilización de la lucha japonesa deba extenderse rápidamente entre los cuerpos de tropa”.


La experiencia francesa no fue la única, en numerosas estructuras oficiales la enseñanza del Jiu-Jitsu se convirtió en objeto de estudio:
- USA (1903). Profesor Yamashita. Escuela Naval
- INGLATERRA (1905). Profesor Tani. Almirantazgo (Portsmouth).
- FRANCIA (1905). Profesor Ré-Nié. Policía de Paris.
- ALEMANIA (1906). Profesor Ono. Escuela Militar de Berlín.

   Las respuestas difieren según la utilización proyectada. En el Ejército, el capitán Fournier emite sus reservas respecto a su utilidad en la preparación del soldado, dictada por los imperativos de su función y que debe privilegiar la polivalencia de sus adquisiciones. Así, el Jiu-Jitsu  será clasificado como “deporte de combate”, o también dentro de los “deportes profesionales del soldado”.


                      

   Durante el Congreso Internacional de Educación Física en Paris, en marzo de 1913, el capitán Giansilj expone claramente el punto de vista del Ejército: “En principio, el entrenamiento debe ser continuo y lentamente progresivo. Ningún deporte es completo. La especialización deforma a los profesionales. El verdadero atleta es ecléctico. (…) No pretendemos enseñar a nuestros hombres todas las sutilezas del Jiu-Jitsu. Este deporte de combate es muy complejo y su estudio necesitaría muchos años, pero es cierto que una cierta cantidad de golpes simples y defensas podrían ser muy útiles una vez simplificadas”. 

   La formación profesional y el eclecticismo dominan la enseñanza del Jiu-Jitsu que se imparte de forma discreta pero continua en las estructuras militares.

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