EL FUROR DE SHIRO SAIGO Y LA VICTORIA DEL KODOKAN
Patrick Lombardo. Fundador del Pankido |
Artículo publicado en la revista Kombat-Bushido n.º 5. Octubre 2002
Autor: Patrick Lombardo
Traducción: Cesar Gómez
El maestro de Ju-jitsu, Shiro Saigo aseguró definitivamente la reputación del Kodokan durante un increíble encuentro organizado en la Prefectura de Policía de Tokio, en 1886.
En 1886, la victoria de Tsunejiro Tomita sobre Hansuke Nakamura reforzó la reputación del Kodokan. considerado como una de las escuelas de artes marciales mas eficaces de Tokio. La escuela de Kano tenía en ese momento cuatro años de existencia y sus campeones, entrenados por Shiro Saigo, parecían poder enfrentarse a cualquier persona. En Junio del mismo año, el prefecto de la Policía, Tsuyo Mishima, organizó un encuentro entre las diferentes escuelas de Ju-Jitsu de la ciudad y el Kodokan estaba en la lista de escuelas invitadas. Para los representantes del Ju-jitsu antiguo, es una ocasión única para probar su superioridad y destrozar las pretensiones de Kano.
Una competición con consecuencias incalculables
Durante las semanas que precedieron al encuentro, los miembros del Kodokan redoblaron el ardor en el entrenamiento. Kano les informó de lo que se jugaban en la competición y todos fueron muy conscientes que su futuro se iba a jugar sobre el gran tatami de la Prefectura de Policía. El día “J” se presentaron las principales escuelas de Ju-jitsu de Tokio: Ryoi-shinto-ryu, Yoshin-ryu, Takeuchi-santo-ryu, Sekiguchi-shin-shin-ryu, etc. El Kodokan, por su parte, estaba representado por un equipo en el cual los líderes son: Tsunejiro Tomita, Sakujiro Yokoyama, Yoshiaki
La leyenda del gran Judo (Akira Kurosawa, 1943) |
Los combates comenzaron por la mañana y se vio la eliminación sucesiva de casi todas las escuelas clásicas de Ju-jitsu. Por la tarde, dos escuelas seguían en la competición para la gran final: la Yoshin-ryu del maestro Totsuka y el Kodokan de Kano. La tensión era extrema.
Yoshiaki Yamashita venció a Taro Terushima con una proyección en pie del tipo Ippon-seoi-nage (proyección por encima del hombro). Ichiro Munekata estranguló a su adversario hasta dejarlo inconsciente. Sakujiro Yokoyama también ganó su combate, mientras que Katsutaro oda hizo combate nulo. Hoken Iwasaki y Shizuya Iwanami fueron los únicos que perdieron sus combates.
Shiro Saigo entra en escena
El combate estelar era el que oponía a Shiro Saigo contra Entaro Kochi, apodado “el demonio de la escuela Totsuka”. El nombre de los dos adversarios estaba inscrito en una pizarra y el público estaba cada vez más nervioso. Fue Kochi el primero en presentarse sobre el tatami por un lateral, después apareció Saigo por el lateral opuesto. Con respecto a Saigo, Kochi era considerado como un gigante y muchos espectadores apostaron por una victoria del representante de la Yoshin-ryu. Sobre todo por el aspecto mucho más pequeño de Saigo, además de llevar un uniforme de combate en dudoso estado. El Kodokan ya era el gran vencedor de la competición, pero Saigo quería obtener una victoria personal.
La leyenda del gran Judo (Akira Kurosawa, 1943) |
Después de unos momentos de observación, Kochi lanzó el primer ataque: una forma antigua de Uchi-Mata. Saigo se sobrepuso al ataque y aprovechó para deshacerse del Kumi-kata (agarre del kimono); fiel a sus costumbres, retrocedió rápidamente situándose a unos tres metros de su adversario. Kochi, sin esperar, se precipitó de nuevo sobre el representante del Kodokan que, de nuevo, se deshizo del agarre y retrocedió algunos metros. ¿Saigo estaba intentando rehuir el combate? ¡ Seguramente que no ! Bruscamente, se lanzó al cuerpo a cuerpo e intentó desequilibrar a Kochi con movimientos laterales de todo el cuerpo, aunque, la diferencia de peso entre los dos adversarios era muy grande y fue Kochi quien encontró primero el hueco. Comenzó a ejecutar Tai-otoshi y Saigo se encontró volando por el aire. Durante un instante todos creyeron que estaba vencido, pero el guerrero del clan Aizu se revolvió en el aire cayendo sobre los pies. Fue entonces cuando grito: “No he sido derrotado”.
El público exclamó con estupor, pero Kochi no se dejó intimidar. Entonces, se puso a atacar sin descanso, intentando romper, con la potencia de sus movimientos, la flexibilidad de su adversario. No obstante, no había nada que hacer y al final fue Saigo el que consiguió la ventaja. Comenzó a ejecutar O-uchi-gari, Kochi notó que el final del combate se acercaba, consiguió liberarse de las piernas de Saigo y levantando a su adversario sobre los hombros, le proyectó violentamente al suelo. El maestro de la Yoshin-ryu debió pensar sin duda alguna que había ganado el combate, pero de nuevo, Saigo aterrizó sobre sus pies. Si esperar, el representante del Kodokan se lanzó sobre su oponente y le aplicó sus técnica favorita, Yama-arashi. Kochi golpeó fuertemente el tatami con la cabeza y quedó inconsciente en el suelo.
Entre el público, el maestro Hikosuke Totsuka acababa de comprender que el reinado de su escuela en el seno de la Policía de Tokio se había acabado. A partir de ahora, gustara o no, las artes marciales japonesas tendrían que contar oficialmente con el Ju-jitsu del Kodokan, al que algunos llamaban Judo. Para Kano, fue una victoria extraordinaria. Pero atención; el Ju-jitsu antiguo no había muerto y los miembros del Kodokan pronto se darían cuenta...a costa suya !!
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