"El objetivo fundamental del Kajukenbo es hacernos sobrevivir a una agresión en la calle, el resto no tiene ninguna importancia"

martes, 31 de enero de 2017

El nacimiento del Arte

Por Adriano D. Emperado (entrevista publicada en los años 80)
 
Sijo Adriano D. Emperado
  En estos días, cuando las salas de aerobic utilizan las artes marciales para vender su gimnasia, y Ninja es el medio nombre dado a las tortugas mutantes de los dibujos animados para los jóvenes, Adriano D. Emperado es algo insigne y genuino, un verdadero maestro vivo del arte de la lucha.
  Más de 100.000 practicantes de artes marciales otorgan a Emperado el título honorífico de “Sijo” (fundador) por su inigualable lugar como chispa imaginaria y motor del mortífero estilo conocido como Kajukenbo. Venerado por su modestia y humor casi tanto como por la fuerza batalladora del sistema que él introdujo, nos anticipa el futuro con la noticia de la creación de la “Organización Mundial de Kajukenbo”.

  “El propósito que persigo con esta organización (OMK) es el mismo que se perseguía cuando el Kajukenbo fue inventado”, nos comenta Sijo. “En otras palabras, el Kajukenbo trata de coger lo mejor, mejorarlo aún más y después transmitirlo de unas personas a otras. Eso es lo que estoy haciendo también con la OMK”.

  Hace cuatro décadas, Sijo nunca podría haber soñado con alcanzar tal objetivo con la intención de realzar la situación de un arte marcial estudiado en todo el planeta.
  Todo lo que quería hacer entonces era, luchar mejor.
  “Crecí en un barrio de Oahu (Hawai)”, dice Sijo tranquilamente. “Me interesé por la lucha porque tenía que luchar para comer. En Palama Settlement, alrededor de Prince Street, todo el mundo era pobre. Mi madre ganaba 15 centavos por hora en la fábrica Dola, de conservas de piña. Mi hermana, con sólo 15 años, tenía que ir a los clubes a bailar, donde los chicos pagaban para poder bailar con ella. Yo vendía periódicos, limpiaba zapatos, pescaba”. 
  “Si otro chico estaba limpiando zapatos en el mismo lugar, estabas perdiendo dinero para tu familia. Tenías que ser capaz de decirle que se fuera y hacérselo entender”.

William K. S. Chow
  En los años 30, Emperado estudiaba Kenpo con el profesor William K. S. Chow. En aquellos tiempos, las artes marciales hawaianas constituían una pequeña corporación. “Solo había tres escuelas en las islas”, recuerda Emperado, “en cierto modo, conocías a todos los chicos que estaban entrenando los diferentes sistemas”. “Siempre ponías a prueba a los otros chicos”, esboza una sonrisa. “Ver si podías combatir o contrastar lo que él sabía, o si tu sabías hacer algo que él no podía controlar. Finalmente, en 1947, algunos de nosotros nos unimos. Teníamos nuestros propios métodos y un grado muy alto en nuestros respectivos estilos. Queríamos crear algo que no hubiera sido visto antes, un estilo que sería efectivo contra todo”.
  Un grupo selecto se unió a Emperado con este propósito. Eran Peter Y. Choo, campeón de boxeo del peso welter en Honolulu y experto en Tang Soo Do (karate coreano), Joe Holk, 8º dan de Judo Kodokan, Frank Ordoñez, profesor de Jujitsu Sekeino, Clarence Chang, extraordinario en boxeo chino (kung fu).  El nombre que eligieron para su nuevo estilo combinaba lo mejor de lo mejor.

  “La gente oye la palabra Kajukenbo y piensa que no significa nada, o que quizá es una palabra japonesa que no conocen”, dice Sijo volviendo a sonreir. “Eso no es así en absoluto. Mira, “Ka” es por el Karate, “Ju” es por el Judo, “Ken” es por el Kenpo y “Bo” es por el Boxeo Chino. Todo junto es Kajukenbo”.
  “Ponerlo todo junto” requería una gran dedicación. De 1947 hasta 1949 estos hombres pusieron a prueba sus conocimientos y facultades, los unos contra los otros. Las familias, intereses exteriores, incluso el puesto de trabajo, pasaron a un segundo plano.
  “Nos hicimos una promesa, no hacer ninguna otra cosa hasta que hubiéramos completado satisfactoriamente este nuevo estilo de defensa personal. Trabajamos día y noche. Seguíamos mejorando. Finalmente, lo acabamos”, dice Emperado.

Fundadores del Kajukenbo
  La flexibilidad del Kajukenbo atrajo inmediatamente a los estudiantes. Al principio aislado en las islas hawaianas, el Kajukenbo se extendió al continente cuando Aleju Reyes se trasladó a California. Con el paso de los años, Sijo quedó como el único fundador activo del arte.
  “Clarence Chang murió en la guerra de Corea y los otros muchachos más  o menos, se retiraron”, nos dice Emperado. “Ellos me dieron su apoyo para continuar lo que todos empezamos”. Ahora, el Kajukenbo se practica por todo el mundo.
  “Creo que hay dos puntos clave que hacen que el Kajukenbo se haya vuelto tan popular”, observa Sijo. “el más importante es, que funciona ! Si te ves en un compromiso con un buen boxeador, o alguien bueno en Lucha Libre, o bueno en artes marciales, puedes defenderte porque el Kajukenbo incluye todos los estilos. Por supuesto, eso también lo hace efectivo para los que desean participar en competiciones”.
  “La otra razón es que la gente que se entrena en Kajukenbo es libre. El Kajukenbo siempre crece, siempre es nuevo. No tengo ninguna restricción con mis instructores. Yo les digo, si has encontrado algo y supones que es bueno para enseñárselo a tus alumnos en la escuela, adelante, enséñalo. Se creativo. No es como algunos otros métodos donde sólo hay una manera de hacerlo”.
  “El Kajukenbo tiene una mentalidad muy abierta”

Sijo Adriano D. Emperado
  Como prueba de esa mentalidad y creatividad, el Kajukenbo tiene cuatro ramas:

-    Kenpo. Está considerado como la base del método. Se considera como la piedra angular o la base fundamental desde la cual se puede progresar a partir de las aptitudes individuales del practicante. Sijo describe el Kenpo  como “una base que no debe cambiarse, sino que debemos construir sobre ella”.
-   Chuan-Fa. También conocido como el “primer camino”. Fue desarrollado por Sijo en colaboración con Al Damascos con la intención de incorporar las características “suaves” (Kung-Fu) de las artes de combate. La mezcla de las técnicas duras con las suaves abriría la puerta a los métodos de origen chino, con sus infinitas combinaciones técnicas.
-   Tum-Pai. Continúa la evolución del método incorporando el Tai Chi Cuan. El profesor Jon Loren propuso esta idea, con el fin de dar a los estudiantes la oportunidad de orientarse hacia otros métodos sin abandonar la práctica del Kajukenbo.
-    Wun-Hop-Kuen-Do. Su creador fue Al Dacascos, y lo describe como “la versión china del Kajukenbo”. Su principal aportación es el dar a los alumnos una gran versatilidad y un gran potencial de adaptación.

  La enorme popularidad del Kajukenbo fue un gran aliciente para la formación de un órgano director. Así, nació la “Asociación Internacional de Kajukenbo” (AIK). Las responsabilidades de esta organización incluyen la adjudicación de grados, apoyar a los instructores y cuidar de los detalles organizativos.
  “Estuve reunido muchas semanas con Bill Owens (el practicante con grado más elevado en todos los USA en la rama del Chuan-Fa). Trabajamos a contrarreloj en la AIK, comenta Emperado. Representando a 20 grupos en América del norte y en el resto del mundo, la AIK es una fuente de satisfacción para Sijo.
  “Estoy contento de que la AIK exista”, declara. “En el consejo de directores todos tienen un alto grado, con al menos 20 años de experiencia. Son buena gente, trabajan muy duro. Estoy seguro de que ellos la van a hacer triunfar”.
  La AIK es importante tanto para el estudiante de Kajukenbo como para los instructores”, continúa.
Entrenamiento de combate
 Mientras tanto, Sijo Emperado está dedicando sus esfuerzos a promover otro equipo que beneficiará a todos los seguidores del arte que él puso de moda.
  Su nuevo proyecto se llama “Organización Mundial de Kajukenbo”. “Esta organización tiene un único propósito, la enseñanza”, declara Sijo. “La enseñanza es la única preocupación de esta estructura”.
  “La asociación internacional cubre la necesidad de la estructura organizativa, y la organización mundial se ocupa del material necesario para la enseñanza. La gente que está interesada en el Kajukenbo se merece ambas”, dice Emperado.
  Aunque los dos equipos están separados, Sijo descarta claramente cualquier conflicto entre ellos. “No quiero que nadie se confunda solo porque tenemos dos equipos y dos tipos de iniciativas”, advierte. “No hay ninguna competencia entre ellos. La organización mundial no tiene consejo de dirección, no tiene fichas de socios, ningún grado que conceder.  Todo eso pertenece a la asociación internacional. La organización mundial la componemos yo y la persona que he elegido para administrarla, el profesor Gary L. Forbach, cinturón rojo/negro 7º dan”.
  “De cualquier forma ¿Cómo puede haber competencia entre ambas estructuras?”, pregunta. “El Kajukenbo es mio. No voy a competir conmigo mismo. Quiero que la asociación internacional y la mundial trabajen juntas”.

  Un cartel conmemorativo de Sijo es el debut de la organización mundial. Emperado también supervisa videos, manuales de instrucción, libros, seminarios y conferencias. “El Kajukenbo tiene una materia muy extensa”, remarca su fundador. “La función de la organización mundial es el ayudar a los alumnos, a los profesores y a las asociaciones de la asociación internacional a obtener información rigurosa y verdadera”, explica.
    “Como el Kajukenbo, la organización mundial está cogiendo lo mejor de lo mejor y lo está mejorando. Tendremos una buena enseñanza técnica, pero será incluso mejor, ya que las nuevas tecnologías como el video nos dan la posibilidad de compartir conocimientos con mucha más gente. Los alumnos pueden progresar mucho más rápido y los profesores pueden enseñar mejor. Todo está supervisado por mi”.

Sijo Adriano D. Emperado
  Sijo Emperado medita sobre sus 64 años de continua creatividad.”No podemos ser siempre jóvenes. Pero lo que está haciendo la organización mundial, mantendrá todo actualizado. Lo que está en un video o un libro siempre será joven”. En un tono travieso añade, “Además, cuando yo muera, cualquier cosa que tenga la organización mundial se convertirá en un objeto de coleccionista”.
  “No soy un hombre rico, pero soy rico en Kajukenbo”, dice en un tono serio. “Cuando el Kajukenbo fue inventado hace tantos años, no lo hicimos para quedárnoslo. Queríamos compartir el arte y enseñarlo. La organización mundial muestra que después de tantos años, finalmente puedo enseñarlo en cualquier parte del mundo. Así, puedo legar algo bueno a esta tierra”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario