"El objetivo fundamental del Kajukenbo es hacernos sobrevivir a una agresión en la calle, el resto no tiene ninguna importancia"

martes, 10 de enero de 2017

Métodos de Combate Extremos

Articulo de Sensei TOKITSU publicado en la revista Karate Bushido (octubre 2000)
Traducción: César Gómez

Sensei Kenji Tokitsu
  En Japón, dentro de las escuelas de Karate Full Contact o de Kick Boxing, nadie discute el valor de Taketori Kurosaki tanto de adepto como de maestro. Es uno de los más “antiguos” del Karate Kyokushinkai y el precursor del Kick Boxing. Actualmente forma a competidores de primera línea y es extremadamente critico con las artes marciales japonesas.

  Su libro titulado “Yo vi al mayor adepto del siglo” publicado en 1989, tiene para nosotros un doble merito; por una parte expone sus ideas personales sobre el entrenamiento y, por otra parte, nos presenta a una persona poco conocida, Takemaru Wakaki que es, para él, el mayor adepto del siglo. Personalmente, tengo otro tipo de ideas sobre los métodos de entrenamiento, pero encuentro las suyas muy estimulantes y en cierta manera motivadoras.

  Kurosaki escribe: “Para fortalecerse, reforzando el cuerpo y adquiriendo potencia, hay que pasar por entrenamientos severos y agotadores….La severidad y el dolor a los que me refiero no conciernen únicamente a la violencia de los esfuerzos físicos. Lo mas importante es reforzar el espíritu, en caso contrario nunca podréis soportar el verdadero entrenamiento. Puesto que hay que entrenarse como si vuestra vida dependiera de ello. Lo más importante es tener una voluntad de hierro para fortalecerse….."

  "Durante mi juventud me impuse ejercicios y pruebas excesivamente duras, con el fin de conseguir soportar dificultades limites, situándome en estados de agonía física y mental…La privación de comida y de agua es extremadamente difícil, sobretodo en invierno. Después de una semana de entrenamiento sin comer, sin beber, la temperatura del cuerpo bajaba a causa de la deshidratación. Mi cuerpo era solo huesos y piel. Para comprobar cuanta fuerza me quedaba aun intente arrastrar tres neumáticos de avión sobre un palette. Conseguí hacerlo, al aumentar mi confianza, corrí con los pies descalzos sobre la tierra helada durante seis horas….En una ocasión me entrené durante una semana sin dormir. Fue tan duro que no recuerdo nada después del tercer día".

Sensei Kenji Kurosaki
  "Probablemente, gracias a este tipo de ejercicios, aun hoy día, me basta con tres horas de sueño diarias. En cinco minutos de siesta puedo reposarme tanto como una persona ordinaria en dos o tres horas (…) Probé a enterrarme vivo inspirándome en la ultima prueba de los monjes budistas. En el bosque hice un profundo agujero y me enterré con un largo bambú para poder respirar. Puse planchas de madera para que el agujero no se hundiera. Era un mundo de silencio total, solo oía mi respiración. No había comida, ni agua. Yo quería permanecer durante una semana. Por desgracia tuve que renunciar al cabo de cinco horas puesto que mi madre vino llorando y mi hermano mayor me hizo salir".

  "Hice 82 días de entrenamiento en la montaña. Vivía en una cabaña rudimentaria. Para comer solo tenia arroz, sal, ciruelas secas y pasta de soja. Me entrene corriendo por la montaña. Me ejercitaba golpeando un makiwara atado a un tronco, después golpeaba un saco relleno de piedras, también le golpeaba con la cabeza y el pecho. Al principio me dolió mucho, era insoportable, pero poco a poco me habitué al dolor y al impacto. Si se dice que el cuerpo humano puede soportar un grado 5 de choque, yo experimenté el grado 6, y luego el 7….hasta poder soportar el grado 10".

  "Golpeaba y daba patadas contra una piedra suspendida de una rama. Hacia rompimientos con el canto de la mano. Pasé el otoño sin grandes problemas, pero cuando llego el invierno la temperatura bajó a menos 20 grados. Dormir bajo una simple manta en estas condiciones se convirtió en otro penoso ejercicio. Cuando todo estaba nevado me despertaba a menudo a causa de las pesadillas. Entonces me inspiré de otra prueba de los monjes budistas. Encendí un ramillete de incienso y lo apoye con determinación sobre mi brazo izquierdo; el fuego casi se apago a causa de la grasa fundida y del sudor. Soplé sobre el fuego para que continuase encendido. Cuando el incienso se consumió la atmósfera de la habitación estaba llena de un olor de carne quemada, me dieron ganas de vomitar. Pero lo soporté. Después, para llegar a mis propios limites, me entrené en los keris (patadas) sin parar durante 18 horas. Al final, dormía dando patadas. En un momento determinado, recibí un golpe de mi propia rodilla en la barbilla, caí hacia atrás y me levanté de inmediato, puesto que estaba soñando que me habían golpeado”

  “A través de esas pruebas ascéticas y de duros entrenamientos comprendí los limites del Ki interno, a partir del cual comencé a encontrar la manera de reforzar el cuerpo y el espíritu. No es únicamente para el entrenamiento del combate, sino que también se aplica a la vida en general. El Ki esta en el origen de cualquier acto. Mi método de formación nace de mis experiencias personales. Hay que distinguir dos métodos, uno esta pensado para mejorar la calidad de vida, el otro es para fortalecerse. Si queréis ser mas fuertes hay que pasar por un entrenamiento penoso acompañado de algunos excesos. Según mi opinión, algunos tipos de excesos son obligatorios para progresar. Por esto es fundamental reforzar el espíritu para poder superar las dificultades. En cambio, es inútil intentar hacerlo sin haber adquirido un mínimo de condición física. Al principio hay que construir progresivamente la base de la salud y de la condición física. La regularidad del ejercicio se impone. En este nivel no deben hacerse excesos".

  "Cuando habéis conseguido una condición de nivel 5, hay que continuar hacia el nivel 6. Si intentáis llegar al nivel 8 o 10, es un exceso imposible. Hay que aumentar progresiva y continuamente. Hay que formar un programa de entrenamiento adaptado a cada uno (…) Llegado un momento, el exceso es inevitable, hay que saber utilizar vuestra fuerza 10 a un nivel 11 o 12. Esto es ciertamente muy penoso. Es esto lo que debéis vencer, para ello hay que despertar el aspecto animal del hombre. De vez en cuando el hombre debe aprender del león o del lobo. Incluso si golpeáis centenares de veces esto no os hace progresar si lo hacéis sin concentración. Golpead cada vez como si la articulación del brazo fuera a despegarse…Siempre les digo a mis alumnos: “golpea tan fuerte que empieces a sudar después del tercer golpe, incluso si hay cero grados de temperatura”.

  Kurosaki, extremadamente exigente en materia de combate, designa a una persona como el mayor adepto del siglo. Quien?…Takemaru Wakaki (1911-2000). Pesaba 65 Kg y media 1’60m en su mejor momento de forma. Porque Kurosaki aprecia tanto a este hombre? En 1938 Wakaki publicó un libro titulado “Kairiki ho” (Método para adquirir una potencia superior). De hecho, se implicó muy pronto en la búsqueda de métodos de desarrollo muscular y se le considera como el precursor japonés en la práctica de la Halterofilia. En cambio, no se ejercitó para muscularse, aunque esa fue la consecuencia de su entrenamiento. Kurosaki nos cuenta las siguientes anécdotas: “Al principio del año 1950 Wakaki efectuó una demostración. Levantó 150kg en varias ocasiones y después los dejo caer directamente sobre su pecho. La barra se dobló….después, enrolló alrededor de su pecho unas cuerdas muy gruesas de lino, unas 15 vueltas, cuando contrajo sus músculos todos los nudos rompieron”.

Takemaru Wakaki
  A los 20 años de edad Wakaki visitó el dojo de boxeo Meguro. En esa época se entrenaba unas 10h diarias. El maestro del Dojo, Y.Watanabe es un antiguo boxeador profesional formado en los Estados Unidos. Le dijo a Watanabe: “Tienes un físico excepcional. Atacame libremente”. Durante el primer asalto Watanabe golpea varias veces a Wakaki, pero este no acusa los golpes. En el segundo asalto pelea con mas seriedad, como si hiciera frente a un “dojo yaburi” (destructor de dojos). Por la velocidad y fuerza de golpeo Wakaki domina a su adversario. Después pelea contra un boxeador chino llamado Xu, clasificado a nivel internacional, y le domina haciéndole caer una decena de veces. También pelea contra otro boxeador al que domina sin dificultad”.

  A propósito de estos combates Wakaki dice: “Seguramente os preguntareis por que yo, un principiante en Boxeo, he podido vencerles, a pesar de tener una fuerza excepcional. Me entrenaba solo en Boxeo desde hacia dos años. Había elaborado una forma de levantar pesos para desarrollar la potencia en los golpes. Además, no sentía nada cuando me golpeaban”.

  La noticia del suceso se extendió rápidamente y ninguna sala de boxeo le acepto. A causa de esto Wakaki renuncio al Boxeo. Dijo: “si hubiese nacido en la misma época de Taisen me habría gustado pelear con el. Yo soy mucho mas pequeño pero pienso que habría podido vencerle. Por que puedo resistir cualquier tipo de golpes, incluso los de Taisen”.

  Kurosaki escribe: “Creo que incluso ahora Wakaki tiene posibilidades de vencerle (en el momento en que escribe esas líneas Wakaki tiene 78 años). Me pregunto como habría actuado Taisen si Wakaki hubiera protegido su cara con sus brazos de 51’5cm. Ningún golpe seria eficaz contra su pecho. Defendiéndose así y golpeando con su formidable potencia, pienso que habría tenido muchas posibilidades de ganar”.

  En los años 30 Wakaki visita el Kodokan y pregunta directamente: “Seria posible pasar un grado? …que grado desea pasar usted?….para obtener el quinto dan cuantos cuartos danes tengo que vencer?”. Esta petición no fue aceptada, pero Wakaki tenia en esa época varios alumnos de Judo de tercer a quinto dan.

  Wakaki decía: “en aquella época podía proyectar a los terceros danes con mis técnicas personales. Mas allá del cuarto dan la proyección no era fácil, pero confiaba en mis técnicas de suelo para dominar a mi adversario fuera quien fuese. Además, he batido records de fuerza en 10 categorías, aunque no fuesen reconocidos oficialmente”.

  Kurosaki nos cuenta: “La fuerza que desarrollo Wakaki no solo valía para levantar pesos……. …., también podía utilizarse en Boxeo, Judo y toda otra actividad de combate (…) esta capacidad se construyo a través de la voluntad y del esfuerzo. Puesto que Wakaki se entrenaba 13h al día. Escribió esto: “He obtenido mi cuerpo después de mas de diez años de entrenamiento, da sangre y de lagrimas. No ha sido fácil”.

  Efectivamente, Wakaki conduce su vida sin olvidar nunca el desarrollo muscular. Únicamente colocando sus manos sobre la mesa lo hace contrayendo sus músculos. Para subir una escalera en la estación de metro, agarra la rampa y sube su cuerpo prácticamente sin tocar las escaleras, levantando su cuerpo sin utilizar la fuerza de las piernas…”

  El método de Wakaki, así como el de Kurosaki se basan en una forma de exceso. Pero si el exceso crea una fuerza y un equilibrio duraderos, es correcto hablar de exceso?

No hay comentarios:

Publicar un comentario