Autor: César Gómez
ANÁLISIS HISTÓRICO.
a) Periodo Pre-hispánico.
Tanto antropólogos como especialistas del periodo “pre-histórico” sostienen diferentes tesis acerca de los primeros habitantes de las islas filipinas.
Dr. Hotley Beyer |
Hotley Beyer (10) propuso la siguiente teoría durante los años 40:
- Entre el año 30.000 y el 25.000 a.C. habría llegado la primera oleada de habitantes llamados los “Aeta”. Físicamente caracterizados por su corta estatura, con la piel muy oscura y un gran parecido a las actuales tribus de pigmeos africanos, procederían de Asia central. Utilizaban fundamentalmente la cerbatana, el arco y la flecha. En la actualidad, podríamos encontrar semejanzas de tipo físico con los habitantes de las altas tierras de Luzón, Visayas y Mindanao.
- Del año 5.000 al 3.500 a.C. llegaron dos olas sucesivas de emigrantes provenientes de Indonesia, con una evolución cultural evidente con respecto a los Aeta, obligándoles a huir buscando refugio en las regiones montañosas. Esta primera oleada de indonesios, a su vez, habría sido obligada a desplazarse hacia las tierras del interior por una segunda emigración también procedente de Indonesia, que habría permanecido en las zonas costeras. Sus armas eran mucho más eficaces, hechas con puntas de piedra afiladas, hojas de piedra afiladas y escudos. Sus trazos físicos podrían verse hoy en día entre las tribus Kalingas, Gadang, Isnegs, Mangyans, Tagbanuas, Manobos, Madays, Subanuns y Samales.
- Entre el 2.000 y el 1.500 a.C. habría llegado la primera oleada de emigrantes procedentes de Malasia. Utilizaban las armas de metal (dagas, espadas y lanzas) y estos terribles “corta cabezas” podrían ser los antecesores de las tribus Bontok-Igorot (Igorrotes), Ilongot y Tingguisan, residentes en el norte de Luzón.
- Del 100 a.C. hasta el 1.400 d.C. podría haber llegado una segunda oleada de pueblos procedentes de Malasia y responsables de la introducción del alfabeto “Visayan Baybayin” (Alibata, Abakada).
- Entre el 1.400 y el 1.500 tuvo lugar la llegada de la tercera oleada procedente esta vez de Borneo, isla de Panay, y éstos serían los ancestros de los Tagalos y Visayanos actuales. Lamentablemente, Beber no consolidó su teoría con ninguna prueba de carácter documental o arqueológico.
Científicos del ”Philippine´s National Museum” habrían descubierto más de 100 lugares en los valles Kalinga, Tabuk y Cagayan, que contendrían objetos datados en 500.000 años de antigüedad. Dichos objetos estarían relacionados con el espécimen conocido como “homo erectus” y en particular a las familias del “hombre de Java” o “hombre de Pekín”. Ni que decir tiene que dichos descubrimientos contradecían las hipótesis de Beber probando la existencia de vida en el archipiélago 470.000 años antes de la llegada de los “Aeta”. Pero, más tarde, otros estudios efectuados por Shulter y Mathisen (“Pleistocene studies in Cagallan Valley of Northern Luzon, Philippines”.) No conseguían demostrar la relación entre dichos objetos y el “homo erectus”.
En 1962, el estudio de fósiles encontrados en una caverna en Tabon, Lipuun Point (Palawan) dio como resultado una datación de 22.000 a.C. y se les asoció a la especie conocida como “austroloide”.
![]() |
Dr. F. Landa Jocano |
Con todas estas nuevas pruebas, el antropologista F.Landa Jocano (11) elaboró otra hipótesis en los años 70. Teniendo en cuenta las pruebas geológicas y arqueológicas afirmó la existencia de otros habitantes en el archipiélago antes de las fechas propuestas por Beber.
Así:
- Después de la escisión de las islas del continente asiático, pueblos indonesios, malasios y chinos fueron llegando a las islas durante sus viajes comerciales hacia otros países por vía marítima, y esto, debido a los cambios imprevistos en los vientos, en las condiciones climáticas y en las mareas. Durante sus estancias en las islas y antes de volver al mar se produjeron intercambios culturales con los habitantes locales.
- Durante el periodo comprendido entre el año 500 a.C. y 900 d.C., se intensificaron los contactos de los filipinos con el exterior gracias a los transportes marítimos, mucho más eficaces.
- En el año 600 d.C., el imperio Srivijayan, establecido en el Sud-este de Sumatra, se convierte en el poder comercial más poderoso de Asia del Sur. Dicho imperio mantuvo intercambios comerciales regulares con la India y China.
- En 1923, el imperio Srivijayan fue sucedido por el imperio Madjapahit. Durante este periodo, se intensificaron las relaciones entre Filipinas en Indonesia, y muchas influencias de tipo hindú afectaron a las islas. Todos estos contactos afectaron notablemente a la cultura pre-histórica de Filipinas y, por supuesto, influenciaron la utilización y fabricación de los utensilios de guerra y caza, y por supuesto, a sus métodos de combate.
- Durante la dinastía Tang (618-906) y puede que hasta los años 1400-1500, se intensificaron los contactos entre China y Filipinas. Es posible que artes como el “Kun-Tao” (12) fueron transmitidas por las familias reales chinas a los filipinos como signo de amistad, como sucedió en otros archipiélagos (13). Actualmente se practica del Kun-Tao en la tribu de los Samal Tausug, y se le conoce también con el nombre de “Langka-Kuntaw”.
Como ejemplo de este tipo de relaciones cabría decir que en 977 la isla de Mindoro era considerada como el lugar de residencia de los comerciantes chinos. Más tarde, con las dinastías Sung y Ming se produjeron más migraciones y se levantaron más colonias en el archipiélago filipino. Esto ha dado lugar a la existencia de evidencias arqueológicas que demuestran la existencia de intercambios comerciales entre ambas culturas mucho antes de la llegada de los españoles. A partir de 1650, y debido al monopolio comercial establecido por los españoles (15), las actividades de los filipinos fueron reducidas a la agricultura y al comercio interno.
De estos intercambios con la cultura china los filipinos aprendieron el arte de la metalurgia, aplicándolo fundamentalmente a la fabricación de armas blancas (espadas, dagas, etc…) y de cañones.
Han llegado hasta nuestros días pruebas de estas relaciones tan intensas, por ejemplo, en el terreno del lenguaje. En la lengua “Pampangan” (16) los apodos que tienen el sufijo “Co”, como “Songco”, “Gocheco” y “Cojuangco”, son evidencias de la relación con las familias chinas “Song”, “Go-Che” y “Co-Juang”.
Ante la ausencia de documentos escritos que puedan darnos información de “primera mano” debemos recurrir a la tradición oral. La historiografía puede considerarse un método legítimo de búsqueda de información, así, analizando las tradiciones, los mitos, las leyendas, etc…podemos reconstituir una importante base de datos. Al no existir fuentes “primarias” de información, el sistema de creencias adquiere una importancia fundamental, desde un punto de vista antropológico, permitiéndonos comprender en qué creían estos pueblos.
Por estas razones me parece interesante reproducir la conocida “Leyenda de los 10 Datus” (17). Esta historia aparece escrita en los años 1300, siendo considerada como la historia de Panay y del origen de Filipinas. Dice así:
“10 jefes Datu Dyak (clanes Muslims) (18) salieron de Borneo, para huir del cruel sultan (19) Makatunaw, y llegaron a la isla de Panay. A su llegada, el líder de los 10, Datu Puti, antiguo primer ministro de Makatunaw, negoció con el jefe nativo Aeta, Datu Marikudo, para que sus gentes pudieran establecerse en las tierras bajas de Panay. Después de haber consultado con un viejo Aeta, aceptaron a cambio de joyas hechas en oro y festejaron el acuerdo con el Sinulog (danza guerrera) y el Ati-Ati (festival marcial).
Los nuevos llegados fueron conocidos como los Malandog y después de la implantación de su ciudad, Datu Puti decidió regresar a Borneo para combatir al sultán Makatunaw, y nunca más se tuvieron noticias suyas. Antes de partir, Datu Sumakwel fue nombrado jefe de los Malandog.
Estos hombres borneo-malayos se convirtieron en los ancestros de los filipinos Visayanos. Dos otros jefes, Datu Domangsil y Datu Balensuela, se convirtieron, continuando su viaje a través de los ríos, en los ancestros de los filipinos Tagalos.
En 1250, los 10 Datus fundaron la Confederación de Madyaas, con Datu Sumakwel como jefe principal. Esta organización regulaba los tres distritos de Panay: Datu Sumakwel en Hamtik (actual Antique), Datu Bangkaya en Aklan (actual Capiz) y Datu Paiburong en Irong-Irong (actual Iloilo).
Sumakwel dirijía la confederación aplicando el Código Penal escrito en los Maragtas (el libro de leyes más antiguo de Filipinas) y los otros Datu; Paduhinogan, Lubay, Dumangsil y Domalogdog, le ayudaban”.
Otras confederaciones fueron creadas posteriormente en Filipinas: Rajah (20) Tupas fundó la Confederación Sugbu (en el actual Cebu) y el Rajah Sulayman, la Confederación Manilad (actual Manila), que fue muy poderosa y que dirigió los reinos del centro de Luzón.
En general reinaba la paz y los acuerdos eran mantenidos sin ningún problema. Como curiosidad, los Datus de Borneo habrían creado las “Bothoan” o academias donde los futuros líderes de Panay habrían estudiado las armas y las letras.
Desde un punto de vista académico, es sospechosa la ausencia de un texto “original” de los Maragtas, y así lo confirman los estudiosos del tema que dudan de su autenticidad.
NOTAS
(10) Beber, H.O. (1948) “Philippine and East Asian archeology, and its relation to the origin of the Pacific Islands Population”. Quezon City, Philippines: National Research Council of the Philippines.
(11) Felipe Jocano es profesor en el Departamento de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales y Filosofía de la Universidad de Filipinas, Diriman, Quezon City. Es practicante de “Lightning Scientific Arnis” y de otras artes marciales.
(12) Arte marcial originario de China y practicado en el seno de las familias nobles.
(13) Concretamente en Okinawa.
(14) Zhu Yuanhang, un caudillo rebelde campesino subió al poder en 1368 y fundó la dinastía Ming. En el año 1644 los manchúes expulsaron a los Ming del trono y, con el nombre dinástico de Ping, gobernaron China hasta el siglo XX. Durante el reinado de Felipe II (1556-1598) se vivió la máxima extensión del imperio hispánico y se produjeron importantes intercambios comerciales con China desde Filipinas (Nacional Geographic, n.44, pp: 76).
(15) Portugal no quería perder su hegemonía en el Sudeste asiático reclamando los derechos que le otorgaba el “Tratado de Tordesillas”, el cual, había sido ratificado en 1494 por los Reyes Católicos de España y Juan II de Portugal. Este acuerdo dividía el mundo en dos partes y daba a Castilla las tierras descubiertas a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Por lo tanto, el archipiélago filipino estaba fuera de los límites españoles. Un primer encuentro en Yelbes (1524) no encontró solución y se tuvo que esperar hasta 1529 en Zaragoza, cuando Carlos I de España convenció al Rey de Portugal para que intercambiara las islas Filipinas por Las Malucas y 350.000 ducados.
(16) El lenguaje Pampango fue influenciado en un primer tiempo por la familia “malayo-polinesia” y pertenece a la rama “proto-sulil” de los lenguajes filipinos. Se piensa, incluso, que es un lenguaje de transición entre los del norte y los del sur de Filipinas.
(17) “Datu” o “jefe de guerra” tribal.
(18) “Muslims” o “moros”, musulmanes.
(18) “Muslims” o “moros”, musulmanes.
(19) El “Sultan” representa la más alta autoridad político-religiosa en el Islam.
(20) Los reyes o “Rajahs” dirijían las “ciudades-estado”, ejerciendo su autoridad sobre una cantidad de familias que oscilaba entre 30 y 100. Según el “Barangay” o “sistema de leyes”, las ciudades podían aliarse unas con otras. Tenían un lenguaje común y costumbres similares, constituyendo juntas reinos religiosos regionales mucho más grandes. Se considera que ésta puede ser la base del actual sistema de provincias. Fue durante este periodo de los “reinos regionales” que se produjo la llegada de los españoles a Filipinas.